LAS LECCIONES DEL MAESTRO: Auguste Macke y el color de la escuela de Túnez

Presentación

COLOR y FORMA

Cuando se pinta un cuadro, existe un gran número de estímulos diferentes que contribuyen a interpretar el modelo; sin embargo, el concierto del color es el más determinante, el más efectivo para conseguir contrastes y el vehículo más idóneo para conmover al espectador. El tratamiento del color sobre la superficie del cuadro constituye un medio de información, un elemento muy poderoso de diseño, un tema, un atributo básico de la pintura como lo son la estructura y la forma. La intervención del color es fundamental para ayudarnos a captar información y encontrar el camino de la interpretación ante un alud de estímulos visuales variados.

Otro aspecto importante es su componente emotivo, capaz de estimular nuestros sentidos. El color puede utilizarse para sugerir y acentuar el carácter de una pintura, así como para crear una respuesta emocional en la mente del espectador. Éste afecta a nuestras emociones mucho más de lo que creemos y puede manifestar cualquier estado, del deleite a la desesperación, del tormento al desasosiego, de la calma a la violencia descontrolada, y también ser sutil o espectacular, captar la atención o estimular el deseo.

Al observar los cuadros, resulta obvio que existen muchísimas maneras de interpretar o manipular los efectos cromáticos. Así pues, es conveniente conocer las combinaciones de color más frecuentes. En este libro damos algunas claves para utilizar correctamente la interacción de colores a fin de superar problemas visuales concretos, por ejemplo: cómo obtener colores descriptivos naturales y cómo utilizar las cualidades expresivas del color para crear imágenes interesantes con un estilo personal. Exponemos además consideraciones estéticas y prácticas respecto al empleo del color en cada medio a partir de ejemplos, diversos paso a paso y un valioso cuaderno de notas.

Familiarizarse con las posibilidades del color requiere una experiencia de primera mano como la que brinda esta obra, el resto depende de usted, de su voluntad de practicar y de considerar el color el elemento constructivo protagonista del cuadro en su uso más elemental.

El color es uno de los elementos más expresivos y personales de la pintura. Un uso adecuado del mismo proporciona un carácter o ambiente distintivo a cualquier tema. Aprender a valorar los colores y a interactuar con ellos es el primer paso para conseguir una obra acertada. Cuando trabaje con el color, explore sus características y observe con atención cómo se modifican mutuamente, cómo describen las formas e infunden expresividad a un cuadro. Al principio le costará utilizar correctamente los colores, e incluso cometerá algunos errores; no obstante, existen algunas pautas, que le avanzamos en este capítulo, que le ayudarán a conseguir resultados óptimos.

El círculo CROMÁTICO

Resulta sorprendente comprobar que a menudo nos cuesta reconocer los colores de un modelo real. Para aprender a identificarlos y clasificarlos es necesario comprender cómo se distribuyen: a verlos según su posición en el círculo, entender cómo se relacionan entre sí y sacar partido de ello.

Un diagrama de colores primarios

El círculo cromático es un diagrama de colores que puede organizarse de diversas formas, pero las relaciones cromáticas descritas son estándares. Se basa en la idea de que los colores puros derivan de los tres primarios: magenta, amarillo y azul cyan. Se definen como primarios porque no pueden obtenerse combinando otros colores. Esto significa que los primarios fundamentales son totalmente autónomos y no tienen semejanza cromática con ningún otro color.

Para comprender cómo se construye un círculo cromático basta imaginar una estela formada por tres aspas donde aparecen los tres colores primarios: amarillo, magenta y cyan.

OBTENER COLORES SECUNDARIOS

Para conseguir colores secundarios mezclamos dos primarios entre sí. Si pretendemos conseguir naranja mezclamos en proporciones iguales magenta y amarillo.

Para conseguir verde mezclamos a partes iguales amarillo y azul.

El violeta se obtiene con la mezcla de los dos últimos colores primarios, cyan y magenta.

Entre los tres colores primarios (P) podemos intercalar el secundario que resulta de la mezcla entre dos primarios en igual proporción (S) y los terciarios resultantes de la misma mezcla de colores aunque en proporción desigual (T).

Consejo

Intercalando los secundarios y terciarios

Entre cada par de colores primarios y a lo largo del círculo cromático colocamos el color que resulta de mezclar ese par. Así, el círculo incluye primarios y secundarios. Puede incluir también los terciarios si intercalamos entre cada par de colores contiguos el resultado de su mezcla. Colocados los unos frente a los otros en el círculo cromático, los colores son marcadamente distintos y se denominan complementarios.

Analizar los colores

Es posible analizar los colores del modelo utilizando el círculo cromático y pequeñas cantidades de pintura para ayudarnos a identificar y armonizar los colores que percibimos. Si los colores del tema son poco definidos, como marrones, grises o neutros, hay que buscar influencias cromáticas: un marrón verdoso, o un marrón rojizo, según se adecue mejor al resto de colores.

Teoría y práctica

En la práctica pictórica, en realidad, colores primarios como el cyan o el magenta apenas se utilizan, por lo que hay que elegir un color de pintura que se le parezca y que represente un valor puro. Se trabaja habitualmente con otros azules (como el ultramar o el de Prusia), y casi nunca con el magenta sino con el rojo (bermellón o de cadmio). No obstante, esto no invalida la teoría, todo lo contrario, porque es gracias a ésta que el pintor es consciente de la mecánica cromática implícita en su trabajo.

El azul cyan y el magenta, en la práctica suelen sustituirse por el azul ultramar y el rojo de cadmio o similares.

DESARROLLAR UNA GAMA DE TERCIARIOS

Los terciarios son la mezcla de dos primarios en cantidades desiguales o de un terciario y un secundario; por ejemplo, con magenta (primario) y verde (secundario) conseguimos marrón.

A partir del marrón base desarrollamos una gama de marrones más claros aclarando el color inicial con diferentes proporciones de amarillo.

Ampliamos la gama de marrones oscureciendo el marrón inicial con diversas proporciones de violeta, al cual podemos sumar una punta de magenta para enrojecer el color final.

Los GRADOS del COLOR

Conocer las gradaciones de saturación, tono y valor que presenta el color es imprescindible para modelar una forma, situar los términos y expresar volumen. La correcta diferenciación entre los distintos grados de un mismo color proporciona una visión inmediata de la disposición y el contenido de una pintura.