Pese a una vida inquieta y andariega, con extensas estancias en distintos países de Europa, la biografía de Washington Irving (1783-1859) está indisolublemente ligada a la de Nueva York, a la que tempranamente puso un apodo vigente hasta hoy: Gotham. En su literatura mitificó la Nueva
York fundada por los holandeses como Nueva Ámsterdam.
Abogado, comerciante, soldado, anticuario y diplomático fue...