«Como buena novela de vampiros, La sed indaga en el amor, el erotismo y la muerte, y da a esta meditación un giro hacia el sentido de la existencia y la belleza del mundo y de la vida. Su vampiro, Samuel, es un suicida que, como el Orlando de Virginia Woolf, ve al mundo transformarse a lo largo de varias centurias; sin embargo, contrariamente a Orlando, Samuel sólo se transforma cuando conoce el a...