Todos los días, desde hace casi un año, la doctora Haesu Im redacta cartas que no logra concluir, las destroza y las desecha en algún cesto del parque. Las palabras, según constata cada día, no son suficientes: no explican ni invitan a dar explicaciones, no pueden resolver el aislamiento al que la mujer ha quedado confinada luego de un penoso incidente del que poco a poco vamos teniendo noticias. ...