Tanya Taylor creyó estar soñando cuando vio aparecer en su dormitorio al pirata Stede O'Flannery. Aquel guapo bucanero no llevaba más que su espada y unos pantalones que dejaban poco lugar a la imaginación...El problema era que se parecía demasiado al personaje que aparecía en un retrato que acababa de comprar.
Stede disponía de sólo una semana para romper la maldición que llevaba tanto tiempo arr...