El antiguo marine Tom Cavanaugh había vuelto a su hogar en Virgin River dispuesto a hacerse cargo de la finca familiar y a sentar la cabeza. Bien sabía cómo debía ser la mujer perfecta: dulce, decente, quizá un poquito ingenua.
Nada que ver con Nora Crane. Pero entonces, ¿por qué no podía apartar los ojos de aquella sorprendente madre soltera?
Nora no había acabado sus estudios universitarios, per...