¿Cómo se mantiene un conflicto en su máxima efervescencia? ¿Qué se necesita para que sus participantes salgan cada vez más lastimados? ¡Nada! Sólo obedecer impulsos. Ahora, si la pregunta fuera "¿Cómo transformar ese ambiente belicoso en un escenario cordial y constructivo?", la respuesta cambia: se precisa alguien con la habilidad de un escultor cuya inspiración logra convertir un bloque de piedr...