El 9 de julio de 1933 Aurora Rodríguez comprendió que tenía que matar a su hija, la brillante y precoz feminista Hildegart, llamada a emancipar a la mujer española.
Años antes, Aurora Rodríguez, una dama de la burguesía gallega, puso un anuncio en prensa en el que demandaba a un varón para concebir a una bebé. Una criatura que debía estar destinada a romper las cadenas de la mujer trabajadora esp...