Hannah Arendt no escribió una autobiografía, ni tampoco dejó cuadernos de notas al efecto. Además, le arredraba la idea de proyectar una imagen pública de sí misma. Pero al tiempo que su nombre ha ido adquiriendo notoriedad y unas cuantas tesis y citas, entresacadas de su obra, quedaban elevadas a la categoría de lugares comunes, la obra original se ha visto progresivamente relegada, y su autora s...