"Donde tengas la olla no metas la polla". Ese dicho tendría que haberlo conocido yo antes que a mi exmarido, tal vez así las cosas me habrían ido mejor.
Disculpad, me presento, me llamo Yanet, treinta y cinco años, aliviadamente divorciada, con una hija adolescente que vive con su padre en mi país, Cuba.
¿Que dónde vivo yo? Pues a más de siete mil kilómetros, al otro lado del Atlántico, en Barcel...