"Guerriero narra esta historia inverosímil con una austeridad ejemplar, con la dignidad propia de los grandes reportajes. Pero no "grandes" porque sean épicos o megalómanos: más bien es al revés. Guerriero practica un periodismo como lo hubiera cultivado Eurípides: atento siempre a la nota humana, acercándose a la voz de quien desea conocer"—Nueva Tribuna
En 1982, al acabar la guerra de las Malvin...