Me llamo Alina Hoxha y he sido secuestrada.
Ni siquiera sé cómo pude caer en una trampa tan vieja, pero ahí estaba, metida en un avión junto a otras mujeres tan asustadas como yo, rumbo a un futuro incierto.
Mi prometedora carrera como artista había quedado relegada a un décimo plano, ahora no tenía que preocuparme por que las musas me abandonaran, sino por que mi vida no fuera un infierno ocult...