El propósito más grande en la vida del cristiano es el de glorificar a Dios y disfrutar de glorificarle. El camino a esta meta se describe como un esfuerzo hacia la madurez espiritual.
William Still traza este camino a través de los tres resultados de la muerte de Jesús: el quitar de los pecados del creyente, la derroca del dominio del pecado en el creyente, y la derrota final de Satanás, quien es...