«Necesitábamos una herramienta —dijo ella—.
Así que se la pedí a los dioses».
Siempre ha habido rumores, leyendas, el guerrero que no puede ser asesinado, que ha visto mil civilizaciones levantarse y caer, el guerrero de incontables nombres: Unute, el Hijo del Rayo, la Muerte misma… A quien en estos días se le conoce simplemente como «B».
Y él sólo anhela ser capaz de morir.
Un grupo de operacione...