¿Cuántas veces nos arrepentimos por algo que dijimos o hicimos? ¿Cuántas veces vamos por la vida con mala cara sin siquiera saber qué es lo que nos tiene tan atribulados? ¿Podemos evitar que esto nos ocurra?
La respuesta es sí. Y la explicación viene dada por las neurociencias.
Durante siglos, la creencia generalizada fue que las emociones residían en el corazón.
Los poetas y dramaturgos alimen...