Rob Fleming está a punto de cumplir treinta y seis años y tiene una tienda de discos antiguos en el norte de Londres; una tienda entre cutre y chic donde solo vende la música que le gusta a él. Y nada más que vinilos, claro está, aunque su negocio, destinado a un público de serios coleccionistas de frivolidades, esté; siempre al borde de la bancarrota. Y ahora, además, Laura, su última y fantástic...