La frontera es territorio criminal. Lo es porque concita delitos de gran magnitud, como el tráfico de drogas o el de armas, pero también porque marca el límite del Estado de derecho, y en ese linde se diluyen las garantías que las leyes ofrecen a los ciudadanos, más aún cuando los ciudadanos no lo son del propio Estado. Las fuerzas policiales que custodian las fronteras luchan contra los muchos de...