Pasó de llevar la contabilidad de una empresa a cambiar pañales… ¡y todo por un guapo millonario!
El empresario Dominic Manelli tenía que hacerse cargo de un sobrino que acababa de quedarse huérfano y necesitaba ayuda. Afortunadamente, sabía bien a quién pedírsela: a la eficiente Audra Greene.
Sabía que su comportamiento de playboy acabaría rompiéndole el corazón a Audra y que no debería ni acerca...