La dedicatoria es para el filósofo Fernando Vela, que fue cofundador con José Ortega y Gasset de la "Revista de Occidente". Este poema es una diatriba de odio, y también un himno de amor, a la ciudad donde el espíritu del poeta se exalta por los millones de patos, cerdos, palomas, corderos, gallos, sacrificados en los mataderos;