Según una tradición antigua, después de la Ascensión del Señor, la Virgen María volvía diariamente a las estaciones de la Pasión, reviviendo en su corazón lo que Cristo sufrió por los hombres y el inmenso amor con que los amó. Siguiendo el ejemplo de María, la devoción del Vía Crucis se ha desarrollado en la Iglesia. Durante siglos, los cristianos han seguido en su corazón el calvario de su Señor ...