Nació en La Coruña. Cuando era niña derrochaba fantasía, era muy traviesa, siempre estaba inventando juegos, no entendía el mundo que la rodeaba. Apenas prestaba atención en clase en el colegio de monjas al que asistió, pues estaba demasiado entretenida en hacer volar su imaginación y crear sus propias historias. Leía y releía clásicos de la literatura como Celia, Mary Poppins, La isla del tesoro,...