Todos los niños, menos uno, crecen». Así comienza la historia de ese jovencito que se resiste con vehemencia a convertirse en adulto, ese atribulado y domesticado engranaje necesario para el sistema social. El País de Nunca Jamás es su hogar, su resistencia; allí es un pequeño caballero, valeroso guerrero espadachín. Alicia lo saluda desde el País de las Maravillas, seguro. Pinocho, desde «la eter...