Petra y Pedro representan una parte del ser humano que todos llevamos dentro y en donde todos somos iguales. Ambos, por separado, son eso que a veces, y para referirse cada cual a sí mismo (o sí misma), denominamos uno (o una). En ellos está cifrado el carácter fundante que atribuimos a las piedras, acerca de cuyas historias pretendemos ignorarlo todo, aunque también es cierto que, desde otro punt...