¡Su futuro de cuento de hadas no incluía un marido!
Maren Hargreave siempre había soñado con ser princesa, de modo que cuando ganó un palacio y una corona en una partida de póker, se convenció rápidamente de que había encontrado su merecido final feliz. Lo que no sabía era que, al recoger su premio, se llevaría de regalo ¡un millonario!
Al hacer de Maren su esposa, Acastus Diakos consiguió compens...