Tarde o temprano los antiguos poetas trágicos irrumpen en nuestras vidas y nos revelan lo cerca que se mantienen de nuestros sentimientos. Dos mil quinientos años después de su estreno, la compasión y el horror que produjo Eurípides en aquellos primeros espectadores siguen provocándose en nosotros.
Como en toda tragedia griega, en Medea existe una historia con la que el público estaba familiarizad...