Osada, valiente, libre, divertida, cosmopolita, popular, amante de los placeres de la vida pero también capaz de grandes sacrificios pocos reconocerán en este retrato a esa gran desconocida que fue la madre del rey, un ser humano excepcional a quien no en vano Alfonso XIII apodó María la Brava.
Porque sí, María fue todo esto, y también conoció profundas desgracias -exilio, la muerte accidental de u...