Su trabajo era temporal. ¿Sería su pasión permanente?
Cuando el mundialmente famoso diseñador de barcos Bo Sorenson se quedó a cargo de un hijo del que no sabía nada hasta entonces, decidió que necesitaba ayuda inmediata. Estaba acostumbrado a las incesantes exigencias de sus clientes, pero un bebé era un reto mayor. Su dura infancia lo había dejado marcado y no sabía nada de niños.
Obsesionada ...