Cuando Cristina Rivera Garza publicó su magnífico libro Había mucha neblina o humo o no sé qué dejó en claro que Juan Rulfo, en sus trayectos por el interior de México, fue desedimentando las voces que el milagro mexicano de la revolución verde había ido enterrando a través de la erradicación de comunidades enteras, sepultadas bajo el peso categórico del progreso. Esa luminosidad crítica, que ya s...