Empezó a soñar a lo grande durante el verano de las Olimpiadas de Barcelona. Sentada frente al televisor, se vio a sí misma participando en unos Juegos.
Desde entonces, Lydia Valentín ha tenido que hacer frente a los contratiempos de un deporte minoritario y desconocido en España. Con una fuerza de voluntad inquebrantable y altas dosis de estoicismo, ha conseguido triunfar en una disciplina mayori...