Los pactos con el Patas de Hilo no son para tomarlos a la ligera. En los campos chilenos cuentan que, cuando vivían los abuelos de tus abuelos, Segundo, el inquilino de una hacienda, decidió cambiar su suerte en la mágica Noche de San Juan.
Los pactos con el Patas de Hilo no son para tomarlos a la ligera. En los campos chilenos cuentan que, cuando vivían los abuelos de tus abuelos, Segundo, el inquilino de una hacienda, decidió cambiar su suerte en la mágica Noche de San Juan.