Newt ha estado en el infierno: el Claro, el laberinto, la Quemadura... Pero de todos esos sitios pudo huir. Ahora que su propia mente se está corrompiendo, no le queda otra que admitir que es el único laberinto del que no puede escapar.
Decidido a no dejar que sus amigos lo vean sucumbir, Newt se despide con una nota y se pierde por unas calles llenas de enfermedad y locura hasta acabar en el Pal...