Abby Weiss podía convertirse en una afamada estilista gracias a una sesión de fotos de dos semanas en una paradisíaca isla tropical. Y aún mejor: Judd Calloway, su mejor amigo, sería el fotógrafo.
Nada podría ser más divertido que trabajar a su lado... excepto vivir unas tórridas noches de pasión con él. Tras años sin verse, Judd se había convertido en un hombre muy atractivo, además de encantador...