Dulces mentiras
Como capitana de un barco de excursiones por la bahía de San Francisco, Pru era capaz de capear los peores temporales. Lo difícil era hacerlo en tierra firme. Estaba encantada con su nuevo apartamento y sus vecinos; el problema era que corría el riesgo de enamorarse de Don Perfecto Para Cualquiera Menos Para Ella.
El dueño del pub O'Riley's era un tipo sexy, trabajador, de más de m...