"Quién no quiso alguna vez dejar todo de lado y tomar las riendas de un caballo con el propósito de no detenerse hasta recorrer ocho mil kilómetros. Estos kilómetros no son meras leguas sino desiertos, llanuras, montes; pero también costumbres, vidas, pueblos, dramas y celebraciones. Es cierto que este viaje pudo realizarse en una época que todavía no era lejana, donde las condiciones de riesgo er...