Relájate con los sonidos de la naturaleza. Más allá de la ventana, el viento frío azota los árboles. La lluvia golpea rítmicamente y, cada tanto, se oye a la distancia el retumbar de un trueno. Adentro, todo es calidez y seguridad; los sonidos de la tormenta te arrullan hacia el sueño. Estudios han demostrado que los sonidos de la naturaleza pueden ejercer tanto un efecto relajante como estimulant...