Emma Goldman era una mujer devastadora y honesta, que se preservó a sí misma tan poco como preservó a cualquier otro. De su cuenta, el lector puede conocer un curioso tipo de personalidad de gran interés: una mujer que dedicó su vida a eliminar el sufrimiento, pero que podría hacer una bomba o ayudar a organizar un asesinato. Igualmente interesantes son sus comentarios sobre otros radicales del pe...