Una rosa inglesa puede florecer en el desierto
El jeque y príncipe Jamil al-Nazarri gobernaba su reino sin esfuerzo… ¡aunque no tanto a su hija pequeña! Exasperado, contrató a una institutriz inglesa con la esperanza de que le inculcara algo de disciplina a la niña…
Lady Cassandra Armstrong era la institutriz menos convencional que Jamil había visto jamás. Con un cuerpo sensual y una pasión impul...