Una sugerente reivindicación del perdido arte de caminar, a través de sus variados practicantes. Un paseo literario y musical lleno de asociaciones imprevisibles.
«Lo cierto es que no se camina nada o se camina poco y mal. Se camina sin ver, sin contemplar, sin abandonarse al paseo», constata Edgardo Scott al inicio de este sugerente ensayo. En la era del automóvil, del footing y de las pantallas,...