El de Gaviria es, quizás, el mejor ejemplo de un tipo de cine que habla de un mundo aún por descubrir, de un pueblo que está por llegar, que se debate en la indiscernibilidad del pasado y el presente, en un mundo que aún no está completamente formado, un trance. Su preocupación por lo marginal no se refiere solo a una condición socioeconómica ligada a sistemas geopolíticos, sino a una dimensión ex...