Los marines no eran su tipo… o al menos eso se decía a sí misma.
Según Kate Bradley, los hombres guapos y temerarios no eran buenos maridos. Pero eso no le impedía fantasear con Striker Kozlowski, el marine a quien había adorado en secreto desde los diecisiete años. Ahora, tenía que asegurarse de que Striker cumpliera la voluntad de su abuelo… y de mantener ocultos sus verdaderos sentimientos.
La ...