Un relato crítico y aleccionador que nos ayudará a ser plenos y felices. Más allá de culpar a Dios por nuestros problemas y pedirle que los resuelva, necesitamos sanar nuestras heridas de la infancia, creer y confiar en Él.
Un relato crítico y aleccionador que nos ayudará a ser plenos y felices. Más allá de culpar a Dios por nuestros problemas y pedirle que los resuelva, necesitamos sanar nuestras heridas de la infancia, creer y confiar en Él.