Ya lo has conseguido: te has peleado contra los elementos y contra tus limitaciones, y has conseguido terminar de escribir ese libro con el que llevabas tanto tiempo soñando. Lo miras con orgullo de padre y todo lo que te invade es la ilusión del logro conseguido. Y, de repente, una pregunta te cruza la mente: ¿y ahora qué?
Como escritor, sabes que un libro no está completo hasta que otros ojos lo...