Rostro de viejo adusto, ascética imagen de solterón empecinado, cansancio en la mirada: estampa de un ausente, en solitaria compañía de una memoria de fantasma que acechan. Su nombre es Juan Bautista Alberdi. Jean Jaurés lo tuvo por igual de Tocquevilla y Laboulaye, y aun de Monterquieu. Asomarse a su obra nos depara una inteligencia alerta y penetrante, un indagador minucioso, un hábil argumentad...