Nadie le decía que no a un Lassiter.
Aunque hubieran pasado meses de su apasionado idilio, Dylan Lassiter no dejaba de pensar en Jenna Montgomery. Tal vez porque para el famoso chef y consumado playboy había llegado el momento de sentar cabeza. O tal vez porque Jenna se había quedado embarazada de él.
Cuando la atractiva florista se negó a casarse, Dylan decidió emplear todas sus armas de seducció...