En poco tiempo deseó lo que nunca había querido: una familia.
Reed Hudson, abogado matrimonialista, sabía que los finales felices no existían, pero la belleza pelirroja que entró en su despacho con una niña en brazos le puso a prueba.
Lilah Strong tuvo que entregarle a la hija de su amiga fallecida a un hombre que se ganaba la vida rompiendo familias. Reed le pidió que se quedase para cuidar tempo...