En todo período de la historia de esta Tierra, Dios tuvo hombres a quienes podía usar como instrumentos oportunos. En toda era hubo seres piadosos que recogieron los rayos de luz que fulguraban en su senda y hablaron a la gente las palabras de Dios; todos fueron ministros de justicia. No fueron infalibles; eran hombres y mujeres débiles, sujetos a yerro; pero el Señor obró por su medio a medida qu...