Lejos de ser un objeto clausurado, el pasado vuelve una y otra vez sobre el modo en que vivimos el presente y proyectamos el futuro. Las sociedades, especialmente las que han atravesado procesos de violencia política, reescriben los sentidos de ese pasado mediante la memoria: aquello que eligen recordar, honrar en monumentos y también olvidar. Pero la memoria social nunca es única ni definitiva. P...