A principios de los años ochenta las ciudades de todo el mundo se vieron invadidas por un ejército de marcianitos dispuestos a librar combates en las pantallas de un sinfín de máquinas de videojuegos. Martin Amis, uno de los escritores británicos más celebrados de la actualidad, se convirtió en un auténtico adicto a esos combates virtuales y recorrió bares, salones recreativos y lugares de lo más ...