"Cuanto más los veía, mayores deseos tenía de ganarme su simpatía y protección, de que estas amables criaturas me conocieran y quisiesen; que sus dulces miradas se detuvieran en mí con afecto se había convertido en mi aspiración máxima".
La soberbia del hombre emulando a Dios, dando vida a una criatura nauseabunda. La desdicha de este ser, sabedor de su condición abominable y su afán por enco...