Alejada de los itinerarios turísticos, el patrimonio artístico de Emilia-Romaña refleja la riqueza y complejidad de su historia, marcada por la presencia de los romanos, los bizantinos y las refinadas cortes renacentistas. Para apreciarlo, hay que ir primero a Bolonia, que encandila al visitante con su centro medieval y sus kilómetros de soportales. Luego está Ferrara, una joya del Renacimiento, R...